Sesión 4 Actividad 2 Metodología y fuentes


Estudio en Escarlata
Autor: Sir Arthur Conan Doyle
Publicada en el 'Beeton's Christmas Annual' de 1887
Primera aparición de Sherlock Holmes
Capítulos 1-7




Pasos que siguió Sherlock Holmes para llegar a las conclusiones que expuso:
  • Desde su llegada al Número 3 de los Jardines de Lauriston, comenzó por recorrer en diversas ocasiones la acera antes de entrar al lugar donde había ocurrido el incidente.
  • Se encaminó por la orla de césped manteniendo la vista fija en el suelo, se detuvo dos veces y sonrió.
  • Preguntó al detective Gregson y Lestrade si habían llegado allí en coche de alquiler (lo cual ambos negaron)
  • Al llegar a la escena del crimen se arrodilló frente al cadáver y lo examinó con gran atención.
  • Apuntando a las manchas y salpicaduras de sangre que había en la escena del crimen preguntó a los detectives si no había alguna herida en el occiso.
  • Determino que, al no haber heridas en el cadáver, la sangre procedía del asesino. (Citando un caso anterior "la muerte de Van Junsen, de Utrecht, en el año 34")
  • Palpó, presionó, desabrochó y examinó, con sus dedos el cadáver. Finalmente oliscó los labios del cadáver y echó una ojeada a las suelas de sus botas de charol.
  • Pidió que retiraran el cadáver, lo cual trajo consigo que al moverlo se cayera de este un anillo liso que parecía que pertenecía a una mujer.
  • Preguntó a los detectives por las pertenencias del fallecido, los cuales estaban en uno de los escalones de la escalera (Un reloj de oro, número noventa y siete ciento sesenta y tres, de la casa Barraud de Londres. Una cadena de lo mismo, muy maciza y pesada. Un anillo, también de oro, que ostenta el emblema de la masonería. Un alfiler de oro cuyo remate figura la cabeza de un bulldog, con dos rubíes a modo de ojos. Tarjetero de piel de Rusia con unas cartulinas a nombre de Enoch J. Drebber de Cleveland, título que corresponde a las iniciales E. J. D. bordadas en la ropa blanca. No hay monedero, aunque sí dinero suelto por un montante de siete libras trece chelines. Una edición de bolsillo del Decamerón de Boccaccio con el nombre de Joseph Stangerson escrito en la guarda. Dos cartas, dirigida una a E. J. Drebber, y a Joseph Stangerson la otra.)
  • Procedió a preguntar a los detectives la información referente a las cartas:
  1. La dirección, American Exchange, Strand, donde debían permanecer hasta su oportuna solicitación. Procedían ambas de la Guion Steamship Company, y trataban de la zarpa de sus buques desde Liverpool. A la vista está que el fallecido se disponía a volver a Nueva York.
  2.  Referente a él tal Stangerson, el detective Gregson había puesto anuncios en todos los periódicos, y uno de sus hombres se había destacado en el American Exchange, de donde no había vuelto aún.
  3. Referente a Cleveland, habían hecho contacto por telegrama en la mañana, solicitaron cuanta información pudiera ser útil, pidieron informes acerca de Stangerson.
  • Tras el descubrimiento del detective Gregson (al encender un fósforo y ver trazos en la esquina más oscura de la habitación donde nadie había echado el ojo antes. El asesino o la asesina los plasmó con su propia sangre. Observaron una gota que se había escurrido pared abajo... decía "Rache") y pedir la teoría del detective, procedió a explorar la habitación con una cinta métrica y una lupa (deteniéndose, arrodillándose y poniéndose de bruces, estableciendo consigo mismo un diálogo compuesto de un pintoresco conjunto de exclamaciones, gruñidos, susurros y ligeros gritos de triunfo y ánimo, emitidos en ininterrumpida sucesión) durante veinte minutos tomaba medidas con precisión matemática a marcas invisibles, tomó muestras de un polvo gris y las guardó en un sobre, analizó detenidamente con su lupa cada una de las letras escritas en la pared.
  • Preguntó el nombre y la dirección del policía que había encontrado el cadáver (John Rance, cuarenta y seis de Audley Court, Kennington Park Gate)
  • Antes de irse a buscar al policía les compartió a los detectives su teoría: "Existe un asesinato, cometido, para más señas, por un hombre. Mide más de uno ochenta, se halla en la flor de la vida, tiene pie pequeño para su altura, llevaba a la sazón unas botas bastas de punta cuadrada y estaba fumando un cigarro puro tipo Trichinopoly. Llegó aquí con su víctima en un carruaje de cuatro ruedas, tirado por un caballo con tres cascos viejos y uno nuevo, el de la pata delantera derecha; probablemente el asesino es de faz rubicunda, y ostenta en la mano diestra unas uñas de peculiar longitud, «Rache» es palabra alemana que significa «Venganza», el asesinato se realizó con veneno."
  • Camino a encontrarse con el policía le explicó al doctor sus deducciones: 
  1.  Llegando echó de ver dos surcos que un carruaje había dejado sobre el barro, a orillas de la acera. Como desde hacía una semana, y hasta el día anterior al asesinato, no había caído una gota de lluvia, era fuerza que esas dos profundas rodadas se hubieran producido justo por entonces, eso era, ya anochecido. También apreció pisadas de caballo, las correspondientes a uno de los cascos más nítidas que las de los otros tres restantes, prueba de que el animal había sido herrado recientemente. En fin, si el coche estuvo allí después de comenzada la lluvia, pero ya no estaba según aseguraba el detective Gregson por la mañana, se seguía que había hecho acto de presencia durante la noche, y que, por tanto, había traído a la casa a sus dos individuos.
  2.  La estatura del otro hombre, en nueve de cada diez casos, la altura de un individuo está en consonancia con el largor de su zancada. Según Holmes el cálculo no presenta dificultades. Las huellas visibles en la arcilla del exterior y el polvo del interior le permitieron estimar el espacio existente entre paso y paso. Otra oportunidad se le ofreció para poner a prueba esta primera conjetura... Cuando un hombre escribe sobre una pared, alarga la mano, por instinto, a la altura de sus ojos. Las palabras que hemos encontrado se hallaban a más de seis pies del suelo.  
  3. La edad, según Holmes un tipo que daba una zancada se plantaba a cuatro pies y medio de donde estaba, andaba todavía bastante terne. En el sendero del jardín vio un charco de semejante anchura con dos clases de huellas: las de las botas de charol, que lo habían bordeado, y las de las botas de puntera cuadrada, que habían pasado por encima. Ahí no había misterios. Se limitaba a aplicar a la vida ordinaria los preceptos sobre observación y deducción.
  4. La longitud de las uñas, según Holmes, La inscripción de la pared fue efectuada con la uña del dedo índice, untada en sangre. A través de la lupa acertó a observar que el estuco se hallaba algo rayado, prueba de que la uña no había sido recortada.
  5. El tabaco, recogió una muestra de la ceniza esparcida por el suelo, era oscura, y como formando escamas: este residuo sólo lo produce un cigarro tipo Trichinopoly. Había leído estudios sobre la ceniza del tabaco, llegando a escribir incluso un trabajo científico. Se preciaba de poder distinguir todas las marcas de puro o cigarrillo no más que echando un vistazo a sus restos quemados.
  6. El que gastaba bota acharolada, y su acompañante, el de las botas de puntera cuadrada, habían llegado en el mismo coche de alquiler y habían hecho el sendero juntos y en buena amistad, probablemente cogidos del brazo. Una vez dentro, habían recorrido varias veces la habitación. Esos hechos se hallaban escritos en el polvo; pudo apreciar también que el individuo en movimiento fue dejándose ganar por el nerviosismo. La longitud creciente de sus pasos lo demostraba. En ningún instante dejó de hablar, al tiempo que su furia, sin duda, iba en aumento. Entonces había ocurrido la tragedia.
  • Procedió a interrogar al policía que había hallado el cuerpo (Rance) tras el relató del mismo, destacó una parte importante, Un tipo que estaba junto a la cancela cuando el policía salió de la casa, apoyado en la verja y gritando a los cuatro vientos una canción que se titulaba Columbine's New-fangled Banner, o cosa por el estilo, no se aguantaba en pie, era un tipo largo, de mejillas rojas, con la parte inferior de la cara embozada, iba vestido con un abrigo marrón. El cuál pare el policía no había sido importante, pero para Holmes si. Al abandonar el lugar de residencia del policía explicó al doctor el porqué el asesino había regresado a la escena del crimen; el anillo; he ahí la causa de su retorno.
  • Holmes, realizó un anuncio en varios periódicos, en el cuál anunciaba haber encontrado un anillo (el cuál había sido el motivo por el que él asesino regresó a la escena del crimen) utilizando el nombre del doctor Watson, el cuál trajo consigo a una anciana de apellido Sawyer que vivía en Duncan Street 13, Houndsditch la cuál reclamó el anillo que supuestamente pertenecía a su hija Sally Dennis, quién estaba casada desde hace 12 meses con un camarero de la Unión Tom Dennis, que vivía en el 3 de Mayfield Place, Peckham. Lo cuál a Holmes le pareció sospechoso, ya que consideraba que la anciana era cómplice del asesino, por lo que procedió a seguirla, después de que el doctor Watson le entregara el anillo y la anciana se retirara del departamento, lo cual termino en una búsqueda sin éxito ya que tras seguir a la anciana en la parte trasera del coche que había tomado, este resultó vació, descubriendo con esto que había sido un actor quién se había presentado en el departamento en busca del anillo y que la dirección que era la residencia de la supuesta anciana, era falsa.
  • Holmes, decidió contratar un ejército de "policías" para recabar información de la calle Brixton (eran seis chicos, que en realidad eran mendigos), decía que un hombre de esos trabajaba mejor que doce hombres de la fuerza regular, ya que ellos eran más hábiles para conseguir información, y se desplazaban más eficazmente. 
  • Tras recibir al detective Gregson, Holmes escuchó su teoría y opinó cuando lo consideraba pertinente. El detective alardeaba de haber capturado al asesino, y regodeaba de enviar a su compañero tras una pista falsa.
  • Al finalizar la narración, llegó el detective Lestrade, el cuál trajo consigo la noticia del asesinato del secretario Stangerson, Holmes escuchó con atención la descripción de lo sucedido, tras la misma, preguntó por las pertenencias del fallecido dentro de las cuáles se encontraban unas píldoras las cuáles fueron  encontradas en ambas escenas del crimen, lo cual hizo que Holmes sospechara, y buscara una forma de comprobar su teoría, la cual resultó ser que las píldoras contenían veneno, esta se comprobó con un perro que se encontraba en sus últimos días de vida, el cuál murió instantáneamente al probar la mitad de la segunda píldora.
  • Finalmente, Holmes anuncia el saber quién es el asesino, lo cual toma por sorpresa a los detectives de Scotland Yard y al doctor Watson, conclusión que les informa piensa comprobarles, ya que consideraba que el asesino era una persona inteligente, por lo que pensaba atraparlo con sus propias manos, lo cual efectivamente hace al momento de pedir un coche, mismo que fue traído por uno de sus "policías “con unas esposas que se cerraban automáticamente, con ellas atrapó al asesino, quién era el chófer del auto.
Conclusiones de los detectives de Scotland Yard:
  • El detective Tobías Gregson tras seguir la pista del sombrero que se hallaba en la escena del crimen, dio con el supuesto asesino, Arturo Charpentier, subteniente de las fuerzas navales, la cual fue a dar a la casa de la señora Charpentier, dueña de una pensión en  la cual alquilaba una habitación el  señor Enoch J. Drebber, de Cleveland y a su secretario el señor Stangerson, el secretario resultó ser una persona bastante tranquila a diferencia del difunto, el cual se la vivía en estado de ebriedad, el cual, en la última ocasión que lo vieron había realizado una propuesta indecente a la hija de la señora Charpentier, lo cual trajo consigo una discusión en la cual intervino el hijo de la señora Charpentier, Arturo, el cual tras buscarlo se inculpó por la muerte del señor Enoch.
  • El detective Lestrade fue tras la pista que el asesino era el secretario Stangerson, tras buscar al individuo fue a dar a una habitación de hotel, en la cual, yacía el secretario, mismo que según la recepcionista llevaba dos días esperando a un hombre, al momento de subir a la habitación en la que se hospedaba el secretario, se llevó la sorpresa que el secretario estaba muerto de hacía tiempo debido al estado del cadáver, el cuál había sido apuñalado directamente en el corazón, al igual que en el homicidio anterior estaba escrita con sangre la palabra Rache y . Un repartidor de leche, que iba hacia la lechería, pasó casualmente por el camino que arranca desde las caballerizas que hay en la parte trasera del hotel. Se fijó en que una escalera portátil que suele haber allí arrimada al suelo se encontraba ahora en pie contra una de las ventanas del segundo piso y que la ventana estaba abierta de par en par. Después de cruzar por delante, se volvió a mirar y vio a un hombre que bajaba por la escalera. Bajó con tanta tranquilidad y tan sin hacer misterios, que el lechero se imaginó que se trataría de algún carpintero o fontanero que trabajaba en el hotel. No le prestó una atención especial, fuera de que pensó para sus adentros que era una hora demasiado temprana para que estuviese ya trabajando. Tiene la impresión de que era un hombre alto, de cara rubicunda y que vestía una chaqueta larga y tirando a color pardusco (el cuál encajaba perfectamente con la descripción que había realizado Holmes). El detective sospechaba que el asesino debió de quedarse en la habitación un rato después de cometer el asesinato, porque había encontrado agua sanguinolenta en la jofaina, donde se había lavado las manos, y marcas de sangre en las sábanas, en las que había limpiado cuidadosamente su cuchillo. En los bolsillos del muerto no se encontraron documentos ni anotaciones, fuera de un telegrama fechado hará un mes en Cleveland, y cuyo texto era: (J. H. está en Europa) El mensaje no traía firma.  En la habitación encontraron una novela, que el muerto estuvo leyendo hasta que concilió el sueño, estaba encima de la cama, y su pipa, en una silla al lado de la misma. Sobre la mesilla había un vaso de agua, y en el antepecho de la ventana una cajita de ungüento, de las de viruta, que contenía dos píldoras.
Reflexión Personal
  • Sherlock Holmes es un individuo que realiza sus investigaciones de manera intuitiva, mismas que comprueba a través de métodos científicos o hechos cotidianos, esto lo hace observando a detalle las cosas y situaciones, formulando teorías, y comprobando estas para no tener equivocación alguna.
  • Los detectives de Scotland Yard suelen hacer sus investigaciones de una forma más metódica, guiada, y basándose en evidencias, las cuáles para ellos tengan algún indicio de ser sospechosas.

  • Holmes, ante mi punto de vista, llegó a esa conclusión tras ver las marcas de las ruedas, en la primera escena del crimen, misma que comprobó al subirse en el coche, siguiendo a la anciana que fue a reclamar el anillo.











Comentarios

Entradas más populares de este blog

Sesión 6 Actividad 1 Observación, visitas, recorrido y diario de campo